domingo, 5 de agosto de 2007

palabras....



y una vez más aquellas palabras tocaban su puerta...
una vez más con esa dulzura característica y con sus lindos gestos...
Esas palabras que eran capaz de llevarse consigo a cualquiera, haciendo creer que eran honestas y buenas...
una vez más... las dejaba entrar y cayendo en sus trampas [[sus dulces trampas sabor a miel y color de rosa]] esas trampas que una vez más la hacían derramar lágrimas teniendo que nuevamente sacarlas del lugar y con el dolor que le llevaba eso, olvidarlas, jurando no volver a creerles, ni siquiera escucharlas, hasta que una vez más volvían a tocar su puerta simulando un cambio oculto bajo falsas ilusiones...
y una vez más caía en sus redes como dulce enamorada...
Así continuó, una y otra vez, incansables ocasiones, juramento tras juramentos, falsedades tras falsedades, lágrimas tras lágrimas, hasta que un día se paró, se seco sus lágrimas y al tocar su puerta nuevamente, decidida, no les abrió. [lloraba. Llorar. ¿eso podría calmarla algún día?. Algo le hacía querer abrirles. Lloraba. No les abrió. Continuaba su llanto]]
y ahí se quedaron, esperando a que las recibieran nuevamente....
y cada cierto tiempo tocaron su puerta y así estuvieron mucho tiempo. Un día ella convencida de lo que diría, les abrió, emocionadas, iban a entrar, pero fueron detenidas, y con una voz firme, que nunca se habrían imaginado. [[llorando en su interior, simulando su sonrisa convincente, haciéndoles creer que no eran importantes]] les dijo ¡¡váyanse!! :O
y por primera vez se iban sin lograr su objetivo,por primera vez se iban sin entrar....
por primera vez se iban sin ser recibidas.
/[[No era el hecho de no entrar, pero algo les dolía]]/
Una vez más volvieron. Esta vez no tocaron. Esperaron. Esta vez, no volvieron a lo mismo, se dieron cuenta que en realidad ellas también necesitaban estar ahí. Ya no querían engañar. [[Esta vez eran sinceras]]